Historia

Antes de que llegaran por primera vez los portugueses, la zona estaba habitada al norte por la tribu indígena Tupinambás y al sur por los Tupiniquins. Ambas tribus estaban separadas por la Sierra de Boiçucanga, ubicada a 30 km al sur del centro de la ciudad, y eran enemigos. Por esa razón, cuando los franceses llegaron a Brasil a través de la Bahía de Guanabara y enfrentaron a los portugueses, la tribu indígena Tupiniquins se unió a los portugueses y los Tupinambás, se unieron a los franceses. Esta batalla entre ellos fue presenciada y narrada por el aventurero y escritor alemán Hans Staden, en su libro´”Historia verdadera y descripción de una Tierra de Salvajes, Desnudos y Crueles, Comedores de Seres Humanos, Situada en el Nuevo Mundo de América ….” donde relata sus viajes por el Brasil de esa época. El municipio fue llamado de San Sebastián porque la expedición de Américo Vespúcio navegó a través del canal entre la ciudad e Ilhabela, el 20 de enero de 1502, día de ese Santo. Los primeros portugueses que se establecieron, fueron Diogo de Unhate, Diogo Dias, João de Abreu, Gonçalo Pedroso y Francisco de Escobar Ortiz, justo después de la División de las capitanias hereditarias de Brasil. São Sebastião fue parte de la Capitanía de Santo Amaro. El lugar se fue desarrollando a través de la agricultura y de la aldea de pescadores. Las actividades agrícolas transforman la aldea en un productor importante de caña de azúcar, lo cual, más tarde ayudó a la aldea a ganar su condición de pueblo, el día 16 de marzo de 1636. Sin embargo, para obtener ese estado, la aldea tuvo que construir una iglesia en honor a San Sebastián. Unos años después, otro caserío se fue desarrollando al norte de São Sebastião: llamado de São Francisco da Praia (San Francisco de la Playa). En 1840, ese caserío tomó el primer paso para convertirse en un pueblo independiente pidiendo que sea convertida en una población Eclesiastica Portuguesa. La solicitud fue finalmente aceptada ese mismo año, pero duró hasta 1859, cuando fue reincorporada nuevamente a São Sebastião. La ciudad se mantuvo fundamentando su economía en la producción de la caña de azúcar, el café, el tabaco y la pesca. El puerto local fue ampliamente utilizado para cargar buques con oro proveniente de la provincia de Minas Gerais durante los siglos XVII y XVIII. También fue utilizado por piratas y contrabandistas. Cuando se abolió la esclavitud, en 1888, y fue inaugurado el ferrocarril vinculando la ciudad de São Paulo con el puerto de la ciudad de Santos, la economía de la ciudad entró en un período de crisis, y la población disminuyó. Desde ese momento, la ciudad comenzó a depender para su subsistencia de la agricultura y de la "pesca artesanal", un tipo de pesca hecho totalmente a mano, desde la pesca hasta el consumo, ( no se usaba ninguna maquinaria, y la mayoría de las personas que lo practican lo hacía para poder vivir). Hasta los años sesenta, nada había cambiado mucho. Sin embargo, en esa década, la Petrobras construyó su terminal de petroleo, y atrajo inversiones y nuevos empleados. La ocupación amplió la ciudad rápidamente. El centro de la ciudad mantuvo su desarrollo, y los trabajadores llegados de otras partes de Brasil construyeron sus casas cerca de la Sierra del Mar, originando el barrio de Topolândia, que actualmente concentra las familias de clase más baja.

São Sebastião se convirtió en un destino turístico a fines de los años ochenta, cuando la (carretera) Rodovia Rio-Santos (una parte de la ruta nacional BR-101 que conecta la ciudad de Santos a Rio de Janeiro) fue completada y pavimentada. La mayoría de las tierras fueron vendidas a campesinos o a familias paulistanas que querían tener una casa para pasar los fines de semana y días festivos descansando. La mayoría de los Caiçaras (personas del lugar que viven de la pesca) comenzó a trabajar con el turismo, aunque algunos de ellos todavía ganan dinero con la pesca y venta de peces. Hasta la actualidad, el turismo desempeña un papel importante en la economía de la ciudad. Sin embargo, como la ciudad creció, el agua potable y las tuberías de aguas residuales no llega a todos, lo que indica la falta de una adecuada infraestructura urbana en ciertos puntos de la ciudad. A partir de noviembre de 2010 menos del 50% de las aguas residuales de la ciudad recibía el tratamiento adecuado. Sin embargo, a partir de enero de 2012, después de un proyecto del Gobierno de la provincia de São Paulo, llamado "Onda Limpa" (onda limpia), el porcentaje de casas conectadas a tuberías de aguas residuales fue de hasta un 94%. Las viviendas construidas en lugares inadecuados se convirtieron en un problema importante, ya que cada día hay más casas que están siendo construidas en zonas de la Floresta Atlántica, las que aparte de estar contra la preservación ambiental del ecosistema, están propensas a sufrir deslizamientos de tierra. Otra amenaza a la ciudad es el aumento del nivel del mar, que puede afectar a varias playas y a los edificios ubicados cerca de la orilla. En marzo de 2012, el vicealcalde de São Sebastião, Wagner Teixeira (PV) fue detenido por practicar pesca ilegal frente a las costas de la ciudad, cerca de la isla del Paredão, en el archipiélago de los Alcatrazes. Estaba en su barco personal con cinco hombres más e incluso cuando el servicio de guardacostas llegó tocando sus sirenas, trató de escapar y no paró hasta que su motor se quedó sin combustible. Llevaba 116 kg de pescado, incluyendo especies en peligro de extinción y declaró que no estaba consciente de la prohibición de la pesca en esa zona.